lunes, 12 de febrero de 2007

Estoy loca porque nadie me da besos


Quien no está loco/a porque le besen, por probar sentir como la piel se eriza, cuando notas levemente el aliento de un beso, efímero, profundo, suave... En definitiva, todos/as estamos locos/as porque nos besen constantemente.

Hagamos una cosa, besemos...

El otro día cuando iba en el metro en busca de Potra, sentí el deseo de besar a una persona en la mejilla, me atrajo, no una atracción sexual, una atración humana.

Besa!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

cuando quieras y donde quieras, te doy los besos que el viento se llevo para ahora regresar

Cheritrones dijo...

el anonimato deja patente el arte efímero, el viento se lleva besos y dulzuras que un día estuvieron... ¡Qué tremendo vendaval que todo lo arrasa y nos deja sin ná!
Arte, arte y más arte, enviar besos al viento que pronto regresarán!

Anónimo dijo...

el anonimato permite la continuidad del arte, le da las en forma de imaginacion, le da besos en forma de vientos que vienen y se van y, sobre todo, mantiene el misterio, que provoca la magia de la ilusion

Buentes dijo...

Lo mismo que sentiste tú en el metro con los besos, lo sentí yo hace unos días al andar por la Plaza Nueva, en Sevilla, pero no eran besos los que quería dar, sino abrazos...